Esquivamosques

El Verruga

El Esquivamosques (Esquivamoscas) es el único cabezudo creado como copia de uno anterior. Probablemente es el primero de los cabezudos gerundenses que tuvo nombre: Esquivamosques. Como su antecesor, lleva barba y tiene el rostro lleno de verrugas. Seguramente estas facciones reúnen en un mismo personaje las características y la popularidad que antes tenían dos cabezudos distintos: Esquivamosques y Berruga (Verruga). 

La novedad más destacable, y lo que lo hace uno de los cabezudos más singulares, es la mosca que descansa encima de su nariz. Originariamente, llevaba dos moscas más, una en la punta del sombrero y la otra cosida encima del cinturón. El hecho de que las moscas de su nombre se hagan presentes, adquiere en el cabezudo un carácter desenfadado, o también dicho, de mosqueado, se juega con la expresión de "hacer subir la mosca a la cabeza". Al mismo tiempo, permite vincular al personaje con la popular leyenda gerundense de San Narciso y las moscas. Según esta leyenda, cuando los invasores franceses sitiaron la ciudad, cosa que ocurrió en múltiples ocasiones, del cuerpo incorrupto de San Narciso salió un enjambre de moscas, en ocasiones gigantes, en otras de distintos colores, y hasta con cuernos y todo, he hicieron huir a los franceses, causando entre las hileras enemigas numerosas bajas tanto de hombres como de caballos.

Para que no haya ninguna duda sobre su origen, va adornado con una capa verde de estilo francés, pieza muy utilizada en Francia en la primera mitad del siglo XVIII. Calza zapatos desparejados, añadido al estrabismo resultante de mirarse la mosca de la nariz, le da una apariencia de un personaje tonto y manazas.

Como sus antecesores, comparte la tarea de abrir el paso al resto de la comitiva. Para hacerlo, en el momento de su estrena, se ayudaba de un intestino inflado atado en una caña, objeto que recibía el nombre de “bufa”. Con el paso de los años, este elemento, que también habían utilizado los cabezudos anteriores, desaparece. Recientemente, ha ido armado con un “flit” y también con un matamoscas.

Como hemos visto, todos los cabezudos de esta nueva comparsa comparten nombre con algún lugar de la ciudad. En el caso de Esquivamosques no es así, ya que adopta un nombre ya existente. En cualquier caso, es fácil asociarlo con el templo de San Félix, el cual contiene la capilla de San Narciso. De hecho, al pie de la escalinata principal, hay un callejón muy pequeño nombrado Carrer de les Mosques (Calle de las Moscas).